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sábado, 8 de septiembre de 2012

Ratatoille para la cena



Este verano, desde el relax que proporciona el tiempo libre y una playa, en ese momento de la tarde en el que el sol empieza a dar tregua, pensaba con unas amigas en planes para la llegada del otoño, cuando el bañador no sea la opción salvo con billete a tierras más cálidas. Entre otras cosas hablábamos de noches temáticas... noches de reunión, cine y tertulia. De Woody Allen, de cine francés, de platos suecos y de Ingmar Bergman... de vino tinto y palomitas, de Lars von Trier, de Hayao Miyazaki, de sofá, trilogía y manta. De todas esas cosas que apetecen cuando no apetecen en verano. Ahora que comienza a refrescar y apetece un poco más quedarse en casa a la hora de la cena...  trasladando aquella idea a algo más básico, pensé en hacer un combo Ratatoille para una noche entretenida tras una jornada maratoniana: Cena+Cine. En serio, no falla. No sé cuantas veces la he visto ya, pero siempre me resulta divertida a la par que tierna... y que mejor que seguir su receta estrella, Ratatoille... (que yo tomé prestada de Victoria McGinley), para hacernos sentir como Mr. Ego y su vuelta a la infancia. Y si se quiere, por irse a la cama sereno y contento, acompañarlo de un sencillo rueda, que en nada tiene que ver con su nombre, pero que en cojunto, funciona: Apoteosis.

lunes, 3 de septiembre de 2012

...el placer de las pequeñas cosas...

...y que no se pierda. Gracias, María, por descubrírmelo. No puedo dejar de verlo.

             
                                                        Vitùc on Vimeo.




Siesta, mon amour... como te voy a echar de menos

Me despido de uno de los mejores momentos del día, ese pequeño retozar a mitad de jornada, para avanzar la tarde con otro ánimo. Bye bye combinación de chapuzón en la piscina y letargo de sobremesa que daba lugar a ese santo momento momento que es la siesta. Pena de cambio de rutina, horarios y días que comienzan a abreviar dando paso a la noche... como esa brisa otoñal con el que Septiembre se anuncia. A ti que no eres español y que tan bien me has enseñado... te maldigo un poco. Volveré a ti, lady S, en esos fríos sábados de edredón, mucho cine francés y tiempo libre. 
¡Hasta la vista!