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martes, 29 de noviembre de 2011

Paz y ciencia


Hace poco tras una semana cara a cara con un intenso dolor de muelas sin baja laboral, con el encogimiento espiritual que conlleva cada vez que un pinchazo en el oído amenazaba con una nueva ola de dolor, me dí cuenta de que tenía que dar las gracias a mi principal compañero de crisis (no de desgracia que diría Alex Rovira, pues la crisis es reversible y mi muela ya no duele), por la paciencia con la que había tratado mi mal humor, mis caras de chowchow, mi gesto de mochuelo desplumado, seguido de accesos de ira, duda existencial y catatonia, para luego desembocar de nuevo en el estado de pajarillo resfriado y solo (en el frío de la noche, con hambre, sin techo y bajo una terrible tormenta!) vamos, un cuadro, y no exclusivamente para mí.
En la interesante asamblea nacional de jueces y magistrados a la que he asistí durante dicha tesitura, y dado que la cosa andaba muy en clave legal, bien podrían haber dictado sentencia condenatoria contra mi protestona muela del juicio inferior izquierda, aunque solo fuera porque en algún momento que otro, le quitaba protagonismo, la muy abusona, al mismísimo magistrado del Tribunal Supremo que honró con su visita.  
En fin, ahora que ya me encuentro bien, y sobre todo ante la tranquilidad de saber como afrontar este dolor que antes desconocía, valoro la paciencia de un modo especial. La paciencia es amor y tanto que lo es!! Hacia nosotros mismos mantenemos una estupenda relación con ella, no queda otra, nos toca aguantarnos toda la vida. Pero hacia los demás, como cambia el asunto...qué  bien y a menudo nos sobrepasamos con las personas más cercanas, cobijados en la indolente certeza de que todo en dicho círculo se perdona. Deseo más paciencia para entender que no somos iguales, que los tiempos y las formas de afrontar la vida son distintas, ser más consciente de que la recibimos muy a menudo, con cariño y sin explicaciones, saber entender mejor determinados actos o determinadas palabras según qué momentos. Deseo adoptar más a Paciencia, en fin, por amor. Porque es amor y por ello, imprescindible. Qué ya lo cantaba la canción...

1 comentario:

chocolate espeso dijo...

THERE´S NOTHING YOU CAN DO THAT CAN´T BE DONE... ♫♫♫