Este verano, desde el relax que proporciona el tiempo libre y una playa, en ese momento de la tarde en el que el sol empieza a dar tregua, pensaba con unas amigas en planes para la llegada del otoño, cuando el bañador no sea la opción salvo con billete a tierras más cálidas. Entre otras cosas hablábamos de noches temáticas... noches de reunión, cine y tertulia. De Woody Allen, de cine francés, de platos suecos y de Ingmar Bergman... de vino tinto y palomitas, de Lars von Trier, de Hayao Miyazaki, de sofá, trilogía y manta. De todas esas cosas que apetecen cuando no apetecen en verano. Ahora que comienza a refrescar y apetece un poco más quedarse en casa a la hora de la cena... trasladando aquella idea a algo más básico, pensé en hacer un combo Ratatoille para una noche entretenida tras una jornada maratoniana: Cena+Cine. En serio, no falla. No sé cuantas veces la he visto ya, pero siempre me resulta divertida a la par que tierna... y que mejor que seguir su receta estrella, Ratatoille... (que yo tomé prestada de Victoria McGinley), para hacernos sentir como Mr. Ego y su vuelta a la infancia. Y si se quiere, por irse a la cama sereno y contento, acompañarlo de un sencillo rueda, que en nada tiene que ver con su nombre, pero que en cojunto, funciona: Apoteosis.
1 comentario:
Yo también quiero noches temáticas otoñales!! :)
ganitas de verte pequeña florecilla
Estefanía
BORN TO BE BLONDE
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