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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Madrid en un día.







Haciendo retrospectiva de 10 años, más o menos,  me doy cuenta de que pese a no haber vivido en Madrid, sí que he pasado por un motivo u otro, temporadas en esta ciudad, y quizá por ese carácter de pseudoturista, le encuentro mucho encanto a volver de vez en cuando y recorrer a pie en círculos concéntricos cada vez más amplios la ciudad. Ahora no voy tan a menudo, sin embargo, siempre que estoy llegando resurge esa sensación parecida a la de la cafeína a primera hora de la mañana, cuando aún estás medio dormido y te activas de forma instantánea. Es una ciudad con mucha energía y quizá por eso me gusta. Quizá también porque es sinónimo de reencuentro con buenos amigos y porque siempre siempre ofrece algo que hacer.


Estas fotos son de este verano, una breve escapada con un itinerario de domingo, cultural y relajado.






























Stop.- Nos habían comentado que estaba fenomenal la exposición de Antonio López, así que nos dirigimos al Museo Thyssen. Muy interesante y completa la retrospectiva de este pintor, si bien vale mencionar el largo rato que nos quedamos entre las cuatro paredes de la tienda del museo, nada hacía presagiar las joyitas que nos íbamos a encontrar. Un surtidito para todos los gustos, digno de adornar cualquier biblioteca.




Hojeando entre la candidez de los cuentos de niños (achtung!! que se abstengan futuros papás y lectores precoces, salvo aquellos púber que apunten maneras de neogótico) encontré este libro con unas ilustraciones impresionantes, ahora bien, la narrativa la dejamos para la noche de Halloween...o para los fans de true blood (o para un recital postcine gore o para los aficcionados al vudú). Ideal para leer en esas noches en que te quedas solo, se va la luz, escuchas ruidos y un gato maúlla...Clásicos pelos de punta.


Que levante la mano quien no quiera salir en una foto hecha por Mario Testino...






Porque nunca se sabe... como alternativa a la defensa personal, un completísimo manual para convertirte en un Spartacus (oeoeoeoe)a la española.


Stop nº2. Luego nos dirigimos (o arrastramos) bajo el sol vespertino de agosto hacia el Caixa Forum, tras un descansito en sus sofás que bien quedarían en mi casa (le pediré consejo a The Room)... vimos una extensa exposición sobre Teotihuacan, el lugar donde nacen los Dioses, amplia colección de elementos arquitectónicos, figuras, pequeñas piezas, máscaras...eso sí, aviso a navegantes, todas con cara de pocos amigos. En todo caso merece la pena. Caixaforum nunca defrauda. Un plus: refrescarte en la fuente de los bajos del edificio y no perderte las postales en 3D y de estupendos ilustradores. Y lo admito, cada vez que no puedo dormir... me acuerdo de esta oveja.

La oveja de Trevor Renik, el Maquinista (2004).

El pseudoborreguito o lo que sea se movía, os lo juro. Magia del 3d o la inanición.

Sí, tienen pelos. No, no son mias.













las chicas son guerreras







El descanso del guerrero.- Cruzando hacia el barriode las letras, paramos en el conocido bar Los gatos, he leído que ultimamente no está muy bien, pero el sitio es como mínimo pintoresco y nosotros comimos fenomenal, si queréis ir de pinchos, pediros la tabla... pero elegid vosotros los pinchos (lacón y pulpo buenísimos que están calentitos). Para beber... estamos en Madrid...cañitas! Luego paseando, también llamado hacer eses, hasta plaza de Santa Ana, siempre tan ambientado con sus terracitas, paramos a tomar un antisiesta en el café Miau... sí, muy felino todo.



 



Último y múltiple stop.- Es difícil de detallar, pero haciendo un esfuerzo os digo que me recuerda a una canción de los Lori Meyers...

Uterqüe sin fortuito encuentro, eh Jose?


Hasta otra!

1 comentario:

theROOM dijo...

Es curioso, porque creo que son los "forasteros" quienes más disfrutan de las ciudades, sean las que sean. Quizá sea la prisa y la necesidad de exprimirla.

Caixa Forum es una maravilla como edificio, la plaza que se ha creado y como se ha dado vida a un espacio tan degradado.

Un beso :)